Coronathon, el resultado de un trabajo en equipo.

En los momentos de crisis es sumamente importante mantener la empatía. Desde Lab-a, una empresa que busca crear soluciones en salud aplicando tecnología, entendimos que no podíamos mirar la pandemia de costado. Es por esta razón que decidimos involucrarnos y empezamos a buscar cómo podíamos colaborar desde nuestro lado en esta situación trabajando desde nuestras casas.

 

“En los momentos de crisis es sumamente importante mantener la empatía.”

Luego de pensar muchas ideas nos llega de un hospital la consulta sobre si era posible hacer máscaras faciales porque las necesitaban como protección. Investigamos en las redes, consultamos con distintos hospitales y llegamos a la conclusión que había una escasez muy grande de elementos de protección personal para el personal del sector de salud, uno de los más expuestos al contagio. Es por ello que decidimos trabajar desarrollando máscaras faciales, una barrera mecánica de protección contra el coronavirus.

Iniciamos el proceso de desarrollo imprimiendo en 3d una máscara open-source publicada y desarrollada por la marca Prusa, al día siguiente fuimos a tres establecimientos de salud para validar el modelo. Recibimos muchas sugerencias de mejoras y decidimos realizarlas. Con nuestro equipo de ingeniería y diseño mejoramos la máscara agregando mayor comodidad, facilidad de armado y protección para el profesional de la salud.

Con el prototipo terminado (compuestas por Vincha impresa en 3D, PET, y Elástico) abrimos un formulario para que los profesionales de la salud puedan solicitar máscaras para sus hospitales y nos pusimos a imprimir con nuestras 7 impresoras. Dada la cantidad de pedidos vimos que no iba a ser posible poder solucionar este problema solos y decidimos crear Coronathon. Convocamos a makers de Buenos Aires para que colaboren con la impresión, nos vinculamos con una empresa de logística y una empresa para que nos provea del PET transparente para completar las máscaras.

En tres días teníamos un proceso productivo armado.*1 A partir de más de 1230 donaciones compramos la materia prima y la mandamos al centro de logística, desde ahí se repartió el material a todos los makers (comunidad de impresores 3d) para que puedan imprimir y se lo intercambiamos por vinchas impresas.

Todas estas vinchas volvían a la empresa de logística donde se unían las partes, se desinfectaban y se ponían en cajas para enviar a los distintos hospitales.

De esta forma se logró producir y entregar más de 10.000 máscaras a más de 80 centros de salud.

En paralelo a este trabajo y desde una iniciativa de la misma comunidad se empezó a evaluar la posibilidad de optimizar este desarrollo.Sabíamos que Coronathon era una solución a corto plazo. En un momento donde la industria no podía actuar a tiempo la impresión 3D fue la solución. Para el largo plazo teníamos que lograr una solución más escalable. Es así que surgió la posibilidad de inyectar las piezas de plástico y así poder asistir a más profesionales de la salud en menor tiempo y con con un producto de mejor calidad. Nuevamente se consiguieron donaciones para poder realizar todo el proceso productivo y en 10 días se logró una pieza para inyectar. Esta acción nos permitió fabricar 20.000 máscaras más a menor costo y con una logística mucho más simple.

Cabe destacar que también hubo todo un trabajo en la selección de hospitales donde se conformó un equipo de 10 personas con quienes analizamos cada pedido de hospitales y en función de criterios definidos a partir de consultar a expertos en políticas de salud se asignó la cantidad de máscaras y el día de envío de las mismas.

La experiencia Coronathon fue increíble. Fue un trabajo que realmente valió la pena y nos motivó a seguir trabajando para encontrar más soluciones que colaboren a mejorar la protección de los profesionales de la salud que hoy siguen día a día atendiendo nuevos casos. Detuvimos el trabajo diario para poder poner nuestra fuerza en donde más se necesitaba. Desde Lab-a logramos coordinar un equipo de 500 makers, gestionar más de 50.000 solicitudes de máscaras y entregar más 30.000. También trabajamos desde el lado de la comunicación para que sea clara y efectiva mostrando en tiempo real todo el proceso de trabajo y el cumplimento de los objetivos.

Esta situación visibilizó las debilidades del sistema de salud pero también mostró la fortaleza de toda una sociedad que se organizó para poder hacerle frente a esta situación que involucra a todos.

“… nos motivó a seguir trabajando para encontrar más soluciones que colaboren a mejorar la protección de los profesionales de la salud… “

“Esta situación visibilizó las debilidades del sistema de salud pero también mostró la fortaleza de toda una sociedad que se organizó para poder hacerle frente a esta situación que involucra a todos.”

— IVAN ISAACK

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