Entrevista a Darío Toledo, médico neurólogo

Darío Toledo es médico neurólogo y auditor médico de una de las sedes de la clínica de rehabilitación más grande del país, el Grupo Santa Catalina. 

Hoy nos encontramos para hablar sobre el paso del papel a lo digital y el impacto en el rubro de la salud. 

Hola Darío, ¿Cómo estás? 

Hola, todo muy bien. 

¿Querés contarme a qué te dedicas y qué es lo que hacés? 

Soy médico neurólogo con treinta años de experiencia de recibido, o un añito más. Soy tucumano y vine a Buenos Aires hace treinta años a hacer la residencia. Hice primero la residencia de clínica médica y luego pasé al servicio de neurología en el hospital Churruca, donde me jubilé hace un año. 

Paralelo a eso fui desarrollando diferentes actividades profesionales, una de ellas es en la Clínica Santa Catalina donde estoy desde el año 2006 con diversos roles y posiciones que fueron modificándose a lo largo del tiempo. Primero ingresé como médico clínico, después pase a coordinador de una de las sedes y ese rol luego mutó a ser director de sede. Finalmente pasé este año a la posición de auditor médico interno del Santa Catalina. Para eso en un momento me formé con algunos cursos de auditoría, pero ahora estoy haciendo la especialidad (cosa que no existía antes). La estoy haciendo en una universidad privada, a fin de año la termino. 

Más o menos eso es lo que soy.  

Tenés un montón de experiencia, ¿Cuándo fue que empezaste a incorporar herramientas digitales en tu trabajo diario? Porque me imagino que en algún momento viviste esa transición del papel a lo digital. 

Las primeras herramientas se dieron en la práctica privada, en algunos sanatorios donde trabajé. Nos dieron acceso a los primeros soportes digitales, que todavía no eran historias clínicas digitales, pero si era el resguardo digital de las atenciones que uno hacía en los consultorios o en las guardias. Posteriormente se empezó a desarrollar la HCE y diferentes lugares donde fui trabajando fueron incorporando esta herramienta de trabajo. 

En su momento (te estoy hablando de hace como doce años atrás) en el hospital incorporaron modelos enlatados que compraban directamente de uso hospitalario de HCE. Al principio era un choque importante pero después digamos que dentro de los distintos ámbitos donde se maneja la medicina, el médico es propenso a adaptarse rápidamente. De todas formas el médico forma solo una parte de la actividad profesional, después está enfermería, asistentes y muchas personas más. 

Lo que tienen los soportes digitales es que para poder darles un adecuado uso tienen que llegarle a todos, no solamente a los médicos. Los médicos de alguna manera siempre estuvimos digitalizados, no por el uso de la herramienta, sino porque siempre estábamos vinculados a través de portales buscando información nueva o tratando de recopilar información y armar base de datos, sobre todo quienes se dedican a la docencia e investigación para hacer estadísticas o presentar trabajos y publicaciones. De alguna manera los médicos fueron incorporando el soporte digital de a poquito, al principio de manera más artesanal, pero ya hace unos años que está bien presente en nuestras vidas. 

La clínica Santa Catalina incorporó la historia clínica electrónica hace un año. Ansiabamos mucho ese momento, veníamos insistiendo hace bastante para tener esta herramienta, ¡estamos por cumplir un año usando Nexup! 

¿Antes utilizaron otras herramientas digitales? 

Sí, había otras herramientas. No era una historia clínica digital sino indicaciones médicas en un soporte, pero nada más. No teníamos evoluciones y el desarrollo y resguardo de la información no era el mismo que tenemos ahora. Durante muchos años convivimos de una manera híbrida con ese pequeño aporte informático de la indicación médica y la historia clínica en papel. 

Ahora estamos con la historia clínica y las indicaciones digitales. El último paso es incorporar las indicaciones y la actividad de enfermería en ese mismo soporte.  

Vos me comentabas recién que para que un sistema funcione bien, tiene que estar preparado para todos. No solamente para los médicos, sino para enfermeros, administrativos, etc. ¿Crees que a algún área en particular le cuesta más familiarizarse con esas herramientas o pensas que es lo mismo? 

Próximamente lo vamos a ver. Justo en estos días tenemos un gran desafío en la clínica porque se incorpora enfermería a Nexup y en otras ocasiones ya nos resultó difícil incorporar herramientas tecnológicas en esta área, no por mala voluntad, sino porque a veces los profesionales no venían con el mismo background tecnológico ni con la misma frecuencia de uso de este tipo de dispositivos. 

Para que te des una idea, cuando empezamos con las capacitaciones hará unos 10 u 8 años subimos videos en los portales para que puedan ver y cuando les pedimos los mails para poder enviar toda la información nos dimos cuenta que varias personas no tenían mail, algo impensado. Pero bueno, la realidad era esa y hubo que enseñarles a crear emails. 

Lo que acercó mucho a todo el mundo y popularizó estos soportes electrónicos fueron los teléfonos. Nos dimos cuenta que a veces las personas no tenían mail porque no tenían computadora en su casa, pero ahora con el teléfono necesitás tenerlo sí o si (sino no funciona el sistema operativo). 

¿Crees que hubo alguna diferencia antes de la pandemia y después de la pandemia con la digitalización?

Si totalmente, igual no lo vivimos tanto en el ámbito donde desarrollamos nuestra actividad. Algo increíble es que se abrió un campo que existía pero que no estaba explotado, la telemedicina. Realmente hace un tiempo era impensado que se popularice y se generalice el uso de una receta digital, antes no había forma de imaginar una receta que no tenga que estar en un papel firmada y sellada por un médico, hoy en día se vio que no es necesario.  

Los pacientes también están más familiarizados con el uso de la tecnología, y siempre de alguna forma tienen acceso a alguna comunicación con vos, te mandan un pedido de receta y uno ahora puede mandarla por vía electrónica, ni siquiera tiene que ver al paciente en persona para solucionar esa necesidad. 

De todas formas, la medicina necesita cierta presencialidad a diferencia de otras áreas más administrativas en las que la virtualidad se puede hacer al 100%. En la medicina eso no se puede hacer, pero sí es cierto que hubo muchos cambios y aumentó el uso de tecnología.    

¿A vos particularmente te resultó difícil pasar al formato digital, o siempre te gustó incorporar todas las herramientas nuevas que fueron apareciendo?

Me gusta, me divierte. Lo que me genera cierta inquietud es que a mi me gusta que todos los procesos fluyan, y para que eso pase no me tiene que gustar solo a mi sino a todos los actores involucrados, no depende solo de uno. Y la realidad es que no a todos les gusta ni les parece divertido trabajar con estas herramientas digitales. 

Por eso muchas veces tuve que decir “bueno listo, cortamos acá y volvemos al papel” porque era más rápido. Esto pasó mucho tiempo atrás, ahora es impensado volver al papel. 

Como profesional de la salud, ¿qué cambió en tu día a día al usar una historia clínica digital?

Y, por ejemplo, podés terminar de atender a tu paciente, irte a tu casa y agarrar el teléfono en el transporte público y evolucionar algún paciente mientras viajas; o llegar a tu casa y ponerte a escribir algo que te faltó. Con el formato digital podés ver la historia clínica cuando quieras y trabajar cómodamente desde el lugar en donde estés, esto facilita la tarea del médico y mejora nuestra calidad de vida. 

Antes quizás pasaba que terminabas de atender y te tenías que sentar a escribir. Hasta que no escribas todo no te ibas a tu casa, entonces corrías el riesgo de que por el apuro no escribieras todo lo que debías o lo hicieras mal. 

Las herramientas digitales te dan cierta tranquilidad de saber que todo lo que tenes que hacer lo podés volcar después tranquilamente, sin apuro y sin que te vayas a olvidar de nada.  

Y además de la historia clínica electrónica, ¿utilizas otros elementos? 

Si, si. Utilizo los tableros de control, ¡me encantan! Los uso hace aproximadamente dos meses y son dos, el de evoluciones y el de indicaciones. 

Por el rol que tengo (auditor médico) es fundamental para mí contar con los tableros de control, porque para tomar conducta tenés que tener información de calidad. A través de la historia clínica electrónica uno puede obtener mucha información que luego puede analizarse con los tableros. Por ejemplo, recién me fijé del 1 al 15 de este mes qué faltantes de evoluciones tenía y luego pude notificar a cada director médico para que hable con sus profesionales a cargo para subsanar el desvío que hubo. 

Por otro lado, esta herramienta me sirve para poder resolver problemas organizativos con evidencia, como cuando un área de la institución informa que necesita un profesional más porque sienten que falta personal para cumplir con las tareas. A mi no me gusta manejarme por sensaciones, me gusta basarme en datos. Entonces con los tableros puedo ver cuántos profesionales tiene el área y cuántos pacientes fueron atendidos (entre otros parámetros),hago curvas, gráficos y luego propongo una solución.

Por ejemplo, el otro día me pidieron un profesional más para una de las sedes y cuando analicé los tableros vi que en otra sede había profesionales sobrantes, ¡un montón de mano de obra desocupada con muchos turnos libres! Entonces no tuvimos que contratar a nadie, sino que movimos a alguien de una posición donde sobraba a un lugar donde faltaba. 

Sin los tableros este análisis de información no hubiera sido posible, ¡te permiten tomar mejores decisiones! Yo los uso constantemente. 

De esta herramienta en particular, ¿hay algo que te gustaría agregar o cambiar? 

Las cosas que me gustaría agregar o cambiar las voy diciendo a medida que las voy encontrando o se me van ocurriendo. El uso es lo que te permite detectar esas cosas, la única manera de ir corrigiéndolas es probar y trabajar en conjunto.

Si, la comunicación entre los profesionales de la salud, los ingenieros, diseñadores y programadores es fundamental para ir mejorando los productos en base a necesidades reales.  

Si. Todavía me cuesta mucho tratar de explicarles a ustedes lo que encuentro. No por déficit mío, sino porque no tengo las herramientas, palabras ni conocimiento suficiente para decirles. Trato de explicar con mis palabras lo que veo, para que después los chicos de otras áreas traduzcan eso que trato de decir y lo corrijan de alguna forma.  

¿Crees que hay algún otro problema dentro del rubro de la salud que la tecnología podría solucionar? 

No se me ocurren muchas cosas en este momento, pero en discapacidad y pacientes con rehabilitación siempre estamos tratando de buscar alternativas y soluciones donde la tecnología podría ayudar. Métodos para que los pacientes mejoren su comunicación, desplazamiento, movilidad y mejorar su accesibilidad. 

¡A veces voy anotando las cosas que se me van ocurriendo para proponerlas y ver si se pueden concretar!

Llegamos a la última pregunta, ¿Cómo te imaginas la salud en 10 o 20 años?

Quizás con mayor presencia de estas herramientas digitales en la vida cotidiana. Por ejemplo, la telemedicina que empezó a insinuarse por la pandemia, la veo como algo más impuesto en unos años. Además ya hay muchos avances en distintas áreas, como algunas cirugías que empezaron a ser robóticas y alguien puede operar a un paciente a distancia. 

Me la imagino así, con más avances, con alto impacto de la tecnología, con mejora de la sobrevida general y con vacunas nuevas para muchas enfermedades porque la nueva tecnología de ARN mensajero va a permitir desarrollar un montón de vacunas que hace años se venían investigando y no se podían realizar. 

Si, así me la imagino. 

Muchísimas gracias Darío por compartir tu experiencia y tiempo para hablar con nosotros 

Muchas gracias a vos, ¡un gusto!